La mirada engrapada en tu cara, un suave golpe de mi muñeca sobre la tuya, paz mental con una sonrisa forzada.
Lamentar desear el final.
¿Alguna vez viste a esa persona y la manera en que hacen éstas cosas? Y te lastima tanto, como ahogarse bajo el escozor de una gran llamarada.
Es en ese momento en que tus ojos parecen extender calumnias y gritarás confesiones a las nubes que parten el insípido cielo.
Y rompe mi corazón saber que la única razón de que estés aquí ahora es un recordatorio de lo que nunca tendré. Estando de pie tan cerca sabiendo que me mata respirarte... pero ésta carga se ha vuelto soportable, ahora encuentro comodidad en ésto.
Por mucho que ame al otoño, me estoy entregando a las cenizas.
1 comentario:
Lo ame, lo ame! Mi favorito sin duda. Me siento sumamente identificada :')
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